
Dirección: Dan Fogelman
Año: 2018
País: Estados Unidos
Duración: 118 min.
Esta película cuenta una historia de tragedia, dolor, renuncia, muerte y sufrimiento y también de esperanza, amor, vida y compasión. Como la vida misma me recordó la importancia de dejar que la vida me lleve adonde tenga que ir, siendo muy consciente de que mi historia personal es consecuencia de la historia de mis antepasad@s y sin perder de vista el amor que subyace a este viaje. Mi frase preferida de la película, sin duda alguna, es “No sé a quién pertenece la historia que he contado. No sé si es la mía o la de algún personaje que aún no he conocido. No estoy segura de nada. Lo único que sé es que, en cualquier momento, la vida me sorprenderá, me pondrá de rodillas y, cuando lo haga, tendré presente, tendré presente que también soy mi padre y el padre de mi padre, que soy mi madre y la madre de mi madre y, aunque pueda ser fácil compadecerse por las tragedias que marcaron nuestras vidas y, aunque sea natural fijarse en los atroces momentos que nos pusieron de rodillas, debemos recordar que si nos levantamos , que si llevamos la historia un poco más allá, si vamos más allá, hay amor, si vamos más allá hay amor”. Para mí, Como la vida misma es, sin duda, la vida misma.
A continuación te dejo un enlace directo al tráiler de la película en español:
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