
Dirección: Mimi Leder
Año: 2000
País: Estados Unidos
Duración: 122 min.
Esta película me hizo reflexionar especialmente sobre el mundo de las infinitas posibilidades y la responsabilidad personal y me invitó, al igual que a los personajes de Cadena de favores, a responder a la siguiente pregunta: ¿Qué hago yo para cambiar el mundo? Algunas de mis frases favoritas de esta película son: “Piensa en una idea para cambiar el mundo y haz que suceda”, “Raro, rollo, duro, ¿y por qué no… posible? Es posible, el reino de las posibilidades está, ¿dónde?, dentro de nosotros. Aquí [señala con el dedo la cabeza]. Así que podéis hacerlo, podéis sorprendernos, depende de vosotros”, “La vida te está ofreciendo algo y no lo quieres. Quizás tengas miedo al rechazo. Pues bien. Yo no puedo rechazarte. Eres muy rápido para mí”, “El mundo no es exactamente una mierda, aunque supongo que es duro para aquellos acostumbrados a que las cosas sean como son, aunque sean malas y no quieren cambiarlas, se dan por vencidos y entonces se sienten como perdidos”, “Yo no quiero ser una persona de ésas de las que habla Trevor y en eso me he convertido. No quiero perder ni un solo segundo de vida” y “Es difícil. No se puede planear. Hay que cuidar más de la gente. Hay que amar a las personas, protegerlas, porque no siempre ven lo que necesitan. Es una gran oportunidad de arreglar algo que no sea una bici. Se puede arreglar a una persona”. He visto esta película ya en varias ocasiones y he de reconocer que, cada vez que vuelve a mi vida, me trae un nuevo y bello aprendizaje.
A continuación te dejo un enlace directo al tráiler de la película en español:
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